Familia Blanco es la máxima expresión en nuestros vinos. Este blend es un vino ícono pensado para llegar a paladares entrenados y con experiencia en vinos del Viejo Mundo. La conjunción del Malbec como estandarte de Argentina, el Bonarda, sello de Familia Blanco, y el Cabernet Sauvignon, reina de las tintas, ofrecen un vino único en su estirpe y a la altura de los grandes blends del mundo. La base para lograr este vino está en el gran cuidado de cada proceso, desde el viñedo hasta el embotellado, buscando la expresión de un vino pulcro y tradicional en su más alto nivel. Cada uno de los varietales fueron fermentados en tanques distintos y criados en barricas de roble francés nuevas de 225, 400, y 600 litros entre 15 y 18 meses según el varietal.
El resultado es un gran vino clásico con personalidad propia. Un vino elegante, potente pero no agresivo al que si deja respirar 50 minutos luego de abierto aparecen sus mejores notas: frutos rojos y negros equilibrados con aromas de café, chocolate negro, especias y un poco de vainilla y humo. En boca es elegante y equilibrado desde el comienzo al fin, pasando por distintos momentos en lo que cada variedad se expresa en su esplendor.